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La reducción del consumo de bebidas azucaradas puede reducir la ingesta total de calorías

La Sociedad de la Obesidad recomienda la reducción del consumo de bebidas azucaradas como una estrategia para reducir la ingesta calórica diaria total.

Introducción

La Sociedad de la Obesidad reconoce que el aumento de peso es un fenómeno multi-determinado que va más allá de las calorías consumidas de cualquier fuente. Alentamos a los responsables políticos, científicos, médicos y al público en general a mirar la densidad calórica global de una amplia gama de fuentes de alimentación en la búsqueda de soluciones para reducir el total de calorías consumidas por los individuos y por la población. Sin embargo, también reconocemos, con base en la evidencia disponible, que las bebidas azucaradas pueden ser un importante contribuyente al consumo total de energía en el caso de algunos individuos. Observamos, además, que se trata de un tema de discusión política. Como tal, ofrecemos la siguiente guía basada en la evidencia disponible sobre las bebidas azucaradas.

Contexto del problema

Las bebidas azucaradas (SSB), incluyendo refrescos, bebidas deportivas y otras, están compuestas principalmente de agua y azúcar añadido1. Los estadounidenses reportan que las SSB comprenden entre el 6-7% de la ingesta total de calorías1. Los esfuerzos para reducir su consumo, como el que hace el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York, limitando el tamaño de las porciones de estas bebidas, son controvertidos debido a la función del gobierno en la formación de los hábitos dietéticos y también porque los científicos debaten sobre qué tanto contribuyen las bebidas azucaradas a la epidemia de obesidad en los EE.UU.

¿Cual es la evidencia?

Hay una buena cantidad de evidencia de estudios basados en la población que respaldan la hipótesis de que el aumento del consumo de las SSB aumenta el peso corporal2. La evidencia más fuerte que sostiene la relación entre el consumo de las SSB y el peso corporal proviene de ensayos aleatorios, en los que dos grupos de personas con las mismas características son asignados al azar a uno u otro tratamiento, o en los que los mismos participantes están expuestos a diferentes condiciones de prueba de forma aleatoria3.

En los niños, el ensayo aleatorio más grande (641 participantes) mostró que los niños que tomaban una bebida azucarada al día durante 18 meses ganaron más peso que los que consumieron una sin azúcar diaria, ambos grupos estaban cegados a lo que bebían4. Otros dos ensayos aleatorios en niños y adolescentes encontraron que la reducción del consumo de SSB reduce el peso durante la intervención de un año, pero no después de dos (es decir, 1 año después de que la intervención terminara).

En los adultos, varios ensayos aleatorios indican que el incremento del consumo de bebidas azucaradas hace que aumenten de peso. Sin embargo, los resultados relacionados con la reducción de la ingesta de las SSB y el peso corporal en los adultos, son confusos y hasta la fecha no son concluyentes. En general, el efecto de las SSB en el peso corporal es pequeño, a pesar de que es estadísticamente significativo en muchos estudios. Esto se debe probablemente a que la mayoría de las personas que las consumen no ingieren demasiadas calorías por día provenientes de las SSB, por ello les causa aumento o pérdida de peso si el único cambio que hacen en su dieta es relativo a estas bebidas. Varios estudios sugieren que los hábitos de vida poco saludables tienden a agruparse (por ejemplo, el consumo de alimentos altos en calorías, el tabaquismo y la inactividad física), por lo que es difícil identificar el efecto de un solo componente2.

En personas de edad adulta, los ensayos a corto plazo realizados en el laboratorio sugieren que las calorías de los líquidos pueden predisponer a más aumento de peso, que las de los alimentos sólidos. Puede ser que los individuos no estén disminuyendo su consumo habitual de energía para contrarrestar el efecto del aumento de calorías de los líquidos. En un ensayo pequeño (15 participantes), los voluntarios consumieron 450 calorías adicionales por día, ya sea de azúcar sólido (caramelos de goma) o una carga de azúcar líquido (SSB) durante 4 semanas y luego, después de un período de “lavado” de 4 semanas, consumieron la otra forma durante 4 semanas5. El estudio informó que los individuos comieron más calorías durante el período en que se consumió el azúcar líquido que durante el correspondiente al sólido. Sin embargo, no hubo diferencia significativa en el peso corporal entre las dos condiciones, lo que sugiere que la diferencia en la ingesta de calorías era pequeña.

Recomendaciones

La evidencia científica es sugestiva, pero no definitiva, de que las SSB contribuyen a la epidemia de obesidad en los EE.UU.; los efectos parecen más fuertes en los niños. En general, el aumento de peso se produce cuando la ingesta total de energía excede el gasto de energía durante largos periodos de tiempo. La Sociedad de la Obesidad recomienda que las personas afectadas por la obesidad o el sobrepeso reduzcan el consumo de bebidas azucaradas, como parte de un esfuerzo más general para reducir la ingesta total de calorías diarias y aumentar la actividad física para ayudar a controlar el peso.

La Sociedad de la Obesidad se une con la Asociación Médica Americana, la Asociación Americana de Pediatría, los Centros para el Control de Enfermedades y el Instituto de Medicina recomendando que los individuos disminuyan o que eviten el consumo de las SSB.

La Sociedad de la Obesidad apoya los esfuerzos nacionales para incrementar el consumo de agua como una alternativa a las SSB, la cual es saludable, libre de calorías y de fácil acceso que también contiene fluoruro, que es necesario para la salud oral.

La Sociedad de la Obesidad recomienda que los niños minimicen el consumo de SSB.

Abril, 2014

Referencias:

  1. Welsh, J. A., Sharma, A. J., Grellinger, L., Vos, M. B., “El consumo de las SSB está disminuyendo en los Estados Unidos”, Am J Clin Nutr, Sep 2011;94(3):726-734.
  2. Malik, V. S., Pan, A., Willett, W. C., Hu, F. B., “Bebidas endulzadas con azúcar y aumento de peso en niños y adultos: una revisión sistemática y meta-análisis”, Am J Clin Nutr, Aug 21 2013.
  3. Kaiser, K. A., Shikany, J. M., Keating, K. D., Allison, D. B., “Si se reduce el consumo de bebidas endulzadas con azúcar, ¿se reducirá la obesidad? La evidencia que apoya la conjetura es fuerte, pero la evidencia al probar el efecto es débil”, Ob es Rev, 2013;14(8):620-633.
  4. de Ruyter, J. C., Olthof, M. R., Seidell, J. C., Katan, M. B., “Un ensayo de las bebidas sin azúcar o endulzadas con azúcar y el peso corporal en los niños”, N Engl J Med, 2012;367(15):1397-1406.
  5. DiMeglio, D. P., Mattes, R. D., “Liquid versus solid carbohydrate: effects on food intake and body weight”, Int J Ob es Relat Metab Disord, 2000;24(6):794-800.
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